El Móstoles alargó una semana más su extraordinaria racha de sensaciones y resultados y se coloca cuarto, en puestos de ‘playoff’

MÓSTOLES/ 18 MARZO 2019/ El CD Móstoles URJC firmó en Vicálvaro (0-3) su tercera victoria consecutiva fuera de casa, alargó una semana más su extraordinaria racha de sensaciones y resultados y, de paso, se colocó cuarto, en puestos de ‘playoff’.

Fue una mañana redonda para los de Salva Ballesta, que volvieron a ofrecer una fantástica actuación y no parecen tener límite a día de hoy. El Móstoles saltó al césped con la seguridad de que el desarrollo del partido dependería de su actuación. Los azulones están sabiendo dictar las reglas del juego que más le interesan en cada momento, y de inicio esas son, como casi siempre, las de la posesión de balón.

Al Vicálvaro le costaba engancharse al partido, pese a que lo empezó con mucha intensidad, porque la fluidez de la posesión mostoleña le impedía asentarse y dejar de correr de un lado a otro. Una situación que empeoró cuando el Móstoles facturó la primera ocasión que se le presentó. Jime puso el córner y Theo se elevó, imponente, en el segundo palo para hacer el 0-1. Era el minuto 15.

Se quiso recomponer entonces el Vicálvaro en unos minutos en los que el Móstoles demostró que también sabe contemporizar y esperar algo más cuando toca, sin mostrar ningún síntoma de debilidad en su repliegue. Cuando recuperaba el balón, eso sí, seguía manejándolo con mucha solvencia.

Así llegó el segundo, en una jugada preciosa que terminó con el balón en las botas de Jime en tres cuartos. El 21 filtró para la aparición por banda de Alex Alonso, que encaró al portero y no perdonó. Era el 0-2 a la media hora de juego, y los 15 minutos que siguieron hasta el descanso fueron más de lo mismo.

El comienzo de la segunda parte apagó todo posible intento de revolución local. Morato metió un buen balón largo a la espalda de la defensa a Jime, que lo transformó en oro. Controló en carrera y, ante la salida del portero, la colocó con sutileza por encima. Otro golazo para su cuenta particular y 0-3 que dejó el partido visto para sentencia.

Muy poco después Theo, omnipresente, tuvo el cuarto pero no acertó tras una genial maniobra en el área. Quedaron 40 minutos sin mucho en juego, con el Vicálvaro tirando de orgullo delante de su afición y el Móstoles gustándose de vez en cuando con secuencias de pases de mucha categoría.

Son ya ocho victorias en los últimos 12 partidos pero, sobre todo, la sensación de que los de Salva se encuentran cada vez más cómodos, disfrutan sobre el campo y tienen soluciones para cada situación. A nueve jornadas para el final, Móstoles sigue soñando con el ascenso. Y su equipo cada semana le da más motivos para hacerlo.

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