Los fuenlabreños merecieron algo más ante el líder de la clasificación
FUENLABRADA / 16 NOVIEMBRE 2020 / Visitaba el Fernando Torres un rival titánico, el Espanyol, un equipo de Primera División jugando circunstancialmente en LaLiga Smartbank. Así lo dice su historia, su equipo y todo lo que los rodea: líder con solo una derrota y dos goles en contra en los once partidos disputados.
Así lo entendió el ‘Fuenla’, que salió a tomarse el partido muy en serio. Tanto que en el minuto uno rozó el gol. Iribas lanzó un pase largo milimétrico hacía la cabeza de Sekou. El nueve peinó y Franchu remató… el gol solo lo pudo evitar Cabrera bajo palos.
Siguió creando peligro el ‘Fuenla’ con un papel irreverente que le sienta bien. El Espanyol tuvo que emplearse a fondo desde el principio y así se hizo notar en la primera amarilla del partido a Darder por una dura falta sobre Sekou.
Trascurría el partido y el Fuenla conseguía maniatar al Espanyol y atacaba mejor. Tanto que en el minuto 22 en una gran jugada colectiva entre Cristóbal e Iribas, Mula puso un gran centro y Sekou remató al larguero… Se relamía el Fuenla, pero no golpeaba.
Primera ocasión, primer gol
Todo iba viento a favor para el Fuenlabrada, pero el Espanyol en una gran jugada colectiva, en su primera ocasión marcó. Fue anulado en primera instancia, pero el VAR corroboró que la posición de RDT era correcta. Demasiado golpe para un Fuenlabrada que había hecho temblar la portería del Espanyol.
El ‘Fuenla’ se levantó y siguió luchando, pero la más clara la volvió a tener el Espanyol que se aprovechó de un rechace para que Vargas se plantase solo ante Rosic. Por suerte, el remate se fue fuera.
Poco después contestó el ‘Fuenla’ con un disparo de Mula y balón que se estrelló en el larguero tras el falló de Diego López… Pero todo quedó anulado por fuera de juego. Llegó el final de la primera mitad, con el Fuenla con la sensación de ser mejores, pero por debajo en el marcador.
El Espanyol entendió la primera parte como un aviso y las primeras jugadas de taque fueron suyas. El Fuenla aguantó el envite y empezó a generar peligro desde la banda derecha con la pareja Mula-Iribas. A esa nueva sociedad se le sumaban con asiduidad Randy o Cristóbal.
Generaban peligro a Diego López, pero no lograban tumbar a la muralla de Lugo o combinar con Sekou. La velocidad del campo, empapado por la lluvia, no ayudaba. Mula probaba con faltas lejanas, Cristóbal movía al equipo, todos empujaban. Sandoval movía el banquillo con la entrada de Kante en lugar de un fatigado Franchu. El Fuenla hacía sufrir a un líder que se presentaba amenazante en cada acción.
Pero el fútbol fue justo con el Fuenla y en una acción de Kante en el área, fue derribado por Diego López. El árbitro señaló penalti y Sekou no falló para sumar tres partidos seguidos marcando.