El Fuenla acumula su decimocuarta derrota de la temporada en la ACB a frente a un Joventut excelso. Por parte de los fuenlabreños, solo Chema González y Alex Llorca se acercaron a su mejor versión

FUENLABRADA/4 de MARZO 2019/Pésimo día en la oficina para el Montakit Fuenlabrada. Una de esas jornadas en los que no te sale casi nada y encima tu competidor está de dulce y te lo restriega sin ninguna clase de piedad en la cara. Un dato ilustra el tremendo desacierto del Fuenla en la primera mitad: los chicos de Cuspinera sólo pudieron embocar 1 de los 17 triples que intentaron.
El mejor resumen del partido probablemente lo hicieron Carles Durán, entrenador del Divina Seguros Joventut, y J Cuspinera, técnico del Montakit Fuenlabrada, en su comparecencia ante los medios.
Si se ve el vaso medio lleno (casi entero, si valoramos su espectacular Copa del Rey y su oda a la intensidad y al acierto este pasado domingo en el Fernando Martín), debemos mirar con ‘las gafas’ de Carles Durán, que resumió el nudo del choque con tanta lucidez como capacidad de síntesis: “hemos tenido paciencia para encontrar a nuestros jugadores mejor colocados y más entonados, también ha influido mucho en el devenir del partido el nivel físico que hemos desplegado en la cancha y su desacierto de tres“.
La verdad es que la Penya bordó el juego. Seguramente, los aficionados neutrales que vieran el partido por la tele disfrutarían mucho con el repertorio ofensivo de Laprovitta (22 puntos, 9 asistencias y 3 rebotes; para sumar un 31 de valoración) y la clase de Todorovic (14 puntos, 8 rebotes y 26 de valoración) cerca de los aros. También fue un buen partido del capitán verdinegro, Albert Ventura (13 puntos), y de Bongou-Colo, que mostró mucha puntería para anotar sus 11 puntos. Añadan a esa coctelera la consistencia coral que mostró el equipo catalán, intensificada por su nivel de acierto.
Si uno mira el partido con honestidad íntegra, prima hermana en este caso de la autocrítica, se pone el traje de J Cuspinera: “no ha habido partido. Nos han sacado del campo desde el minuto uno. Es verdad que hemos tenido mucho desacierto, pero el ritmo no era bueno”. El técnico vasco solo rescató de la quema a Chema González (8 puntos, 3 rebotes y una actitud encomiable de lucha, que devolvió parte de la esperanza a la hinchada) y Álex Llorca (12 puntos, con 5 de 5 en tiros de 2 y 6 rebotes) “que nos han aportado mucha energía”.
También reconoció que sus pupilos se pusieron nerviosos al comprobar el que el Joventut se cobró una amplia ventaja en el primer cuarto: quince puntos, que se revelarían definitivos. En ese sentido, apuntó que al equipo le faltó ritmo, actitud (“no puede ser que algunos de nosotros hicieramos algunas jugadas en ataque y en defensa andando”, apuntaba Cuspinera) y hasta solidaridad (desde la grada, se pudo apreciar como Rupnik le recriminaba una acción a Popovic al filo del descanso).
En ese sentido, J recordó que “el equipo somos todos uno. Si un compañero se equivoca, se le anima y se le refuerza para la siguiente acción”. Si el Fuenla llegó con cierta dignidad al final del partido fue gracias también a los destellos de acierto de Christian Eyenga (20 puntos y 4 rebotes) y Paco Cruz (10 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias), aunque, insistimos, lo que lo que de verdad logró cambiar el murmullo de descontento de la afición del Fernando Martín y la sinfonía de pitidos, fue el carácter guerrero (de absoluta entrega y compromiso) de Chema González (que demostró amor propio y dignidad competitiva al pelear por cada balón que había en juego) y de Álex Llorca, que dejó algunas muestras de por qué es el samurái del Fuenla, haciendo gala de actitud y valentía en numerosos lances del partido.
Esa clase de compromiso y entrega es la que demanda la hinchada del Fernando Martín para volver a “sentirse uno” con sus jugadores…El Fuenla siempre ha sido eso: fuerza, corazón y ese ‘algo más’ que te permite superarte en cada entrenamiento y cada partido.
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