El equipo de J Cuspinera pierde en Manresa, víctima de su mal primer cuarto (24-10), y del gran partido del manresano Lalanne (23 de valoración) y del entusiasmo competitivo de los catalanes

FUENLABRADA/19 de MAYO de 2019/. El Montakit Fuenlabrada demostró este sábado por la noche que tiene arrestos y dignidad cuando la supervivencia en la élite está garantizada y toca defender la reputación en una cancha volcánica como la del BAXI Manresa.
Llegar hasta Manresa es una pequeña odisea si uno opta por el tren de cercanías. Eso sí, el viaje bien merece el esfuerzo. Los alrededores del Nou Congost, la cancha del BAXI Manresa, son una belleza: frondosos bosques y un río vigoroso que nos recuerda la riqueza de la diversidad paisajística de nuestro país.

El BAXI se jugaba el pase a las rondas finales de la liga. Ese distinguido territorio al que solo acceden los ocho mejores equipos de la liga. Con esas coordenadas, resulta más fácil comprender cómo discurrió el primer acto del partido (24-10).
Empujados por el entusiasmo y la entrega de su hinchada, los chicos dirigidos por Joan Peñarroya defendían con dos grados extra de determinación y anotaban con facilidad, producto también del amplio repertorio de soluciones ofensivas del equipo catalán (con 6 de sus jugadores en 9 o más puntos al finalizar el choque).
Entre esos 6 referentes ofensivos del equipo catalán estuvo Álvaro Muñoz, uno de los canteranos con más clase que han salido de las categorías inferiores del Fuenla. Muñoz, que vive su madurez deportiva a los 28 años, puso de acuerdo a la elegancia y el acierto con tres triples.

Definitivamente, era la jornada de la reinvindicación de los ex. Por parte del Baloncesto Fuenlabrada el mejor fue Marc García (17 puntos), orgulloso manresano, criado en la cantera del BAXI y reclutado por la del Regal Barcelona cuando se hizo patente que iba para jugador de élite.
García hizo un partido casi perfecto en el tiro: 6 de 6 en tiros libres, 4 de 5 en tiros de 2 y 1 de 1 en triple. Lo del triple merece comentario aparte. Fue una jugada que nos hizo recordar al mismísimo Drazen Petrovic, el Mozart del baloncesto europeo en los años 80. En un contraataque lanzado, Marc se detuvo e intencionó jugársela de tres para recortar más rápido la distancia que los locales sacaban a los madrileños. La canasta entró limpia.
Si el Fuenla volvió a entrar en el choque fue gracias también al enorme partido de Chema González en defensa (3 robos y 3 rebotes), cuya actitud queda ilustrada por esa defensa con anticipación que hizo en el medio del campo y el mate con el que concluyó la jugada (7 puntos en total para el pívot maño).
Ese corazón guerrero lo mostró también Christian Eyenga, el mejor jugador (de largo) de esta nueva etapa de J Cuspinera en el banquillo fuenlabreño. El alero congoleño sumó 16 puntos y 4 rebotes a la épica de la remontada fuenlabreña.

Si esa remontada, expresada en el parcial del segundo y el último cuarto (22-24 y 17-23) no acabó reflejándose en el marcador final fue por la consistencia anímica de los manresanos, que apretaron el acelerador en ataque cuando la cosa lo requirió, guiados en ese aspecto por la doble exhibición que brindaron Cady Lananne (21 puntos, 5 rebotes y 1 tapón) y Tomislav Zubcic (21 puntos, 8 rebotes y 2 asistencias), que contribuyeron decisivamente al 86-77 final, decimoséptimo triunfo de la temporada de los manresanos, que les coloca en posición de play-off, una octava plaza de la que desbancan al Iberostar Tenerife, el último rival del Fuenla de la temporada, el próximo domingo 26 de mayo.