El San Pablo Burgos demostró por qué es el décimo mejor equipo de la competición en su coliseo. El cuadro de Diego Epifanio, Epi, impuso su intensidad de juego y ‘fondo de armario’
FUENLABRADA/7 de ABRIL de 2019/Los burgaleses empezaron el partido en modo ciclón, con Branden Frazier como brazo ejecutor. El escolta neoyorkino fue el máximo anotador de los castellanos en este partido y anotó 10 de sus 16 puntos en el primer acto. El Fuenla perdía comba en el marcador (19-11) y no fue capaz de recuperarla en todo el partido.
Por parte fuenlabreña, fue un día de atonía generalizada. En el mejor de los casos, los chicos de Cuspinera estuvieron cumplidores. Fue el caso de Cruz (12 puntos y 3 asistencias), Eyenga (11 puntos y 5 rebotes), Kratsnov (10 puntos y 4 rebotes) y O’Leary (9 puntos y 4 rebotes). Pero al equipo le faltaban esos grados de efervescencia que le han habían permitido encadenar tres triunfos en las jornadas inmediatamente precedentes a este partido (frente a Valencia Basket, Cafés Candelas Breogán y UCAM Murcia). Esa falta de punch competitivo y anotador se reflejaba en el marcador del descanso (32-19).
El baloncesto de J Cuspinera respira con anotaciones altas. Si le cortas las vías de anotación del Fuenla (los cuatro puntos de Rowland en casi 27 minutos son un buen ejemplo), el Montakit Fuenlabrada se convierte en un equipo vulgar. Sea como fuere, el partido dejo una muy buena noticia, la reaparición portentosa de Luka Rupnik, que esta vez sustituyó a Marc García como Mister Productivo: 17 puntos en poco más de 11 minutos.
El acierto triplista del base-escolta esloveno (4 de 6 en tiros de 3) y su intensidad en pista junto a los destellos de ‘los cumplidores’ ya mencionados dieron alguna esperanza a los 200 aficionados fuenlabreños, que al menos vieron que su equipo no terminaba de besar la lona.
Eso sí, enfrente el San Pablo Burgos supo administrar con tino la ventaja adquirida en la primera mitad, mientras se encomendaba al partido con jerarquía de César Lima (13 puntos y 7 rebotes) Cancar (12 puntos y 7 rebotes) y Sutton (7 puntos y 8 rebotes), protagonista este último de algunas de las acciones más plásticas del encuentro, como los dos mates que se marcó entrando a canasta.
A los 200 aficionados fuenlabreños también les cupo la pequeña (y puede que inconfesable) satisfacción de ver cómo una de las perlas del Baloncesto Fuenlabrada, Javi Vega, volvía a hacer una actuación de mérito ante el equipo que fue su casa durante muchos años. El ala pívot fuenlabreño se fue está vez hasta los 11 puntos y los 14 puntos de valoración para personificar lo que a día de hoy representa el San Pablo Burgos: el equipo que marca la frontera entre los equipos ‘sufridores’ y los ‘notables’ de la competición.