Participarán 207 pacientes infectados por el SARS-CoV-2 que necesitaron ingreso en UCI
REGIONAL / 14 JULIO 2020 / Hospitales públicos de Madrid, 17 en total, han puesto en marcha un importante estudio para analizar el impacto a largo plazo del Covid-19 sobre el estado nutricional, la fuerza y la masa muscular, la calidad de vida y el estado funcional.
El trabajo, que incluye a más de 200 pacientes que han requerido ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos de la Comunidad de Madrid, está impulsado por la sociedad de endocrinología, nutrición y diabetes de la comunidad de Madrid (Sendimad) y con el apoyo de Nutricia, la división de nutrición especializada de Danone.
Adicionalmente, la investigación pretende analizar el uso de recursos sanitarios de estos pacientes en los 12 meses siguientes al alta hospitalaria. La duración prevista es de un año y permitirá evaluar el estado nutricional de 207 pacientes infectados por el SARS-CoV-2 que necesitaron un ingreso en UCI entre el 1 de marzo y 30 de junio 2020.
Madrid ha sido una de las comunidades más afectadas por la pandemia de coronavirus a nivel global. Este impacto ha tenido su mayor reflejo en los hospitales de la comunidad, donde se ha confirmado la gran afectación que la Covid-19 tiene sobre los pacientes ingresados, la cual va más allá de la afectación pulmonar. En los pasados meses se ha observado que un 75 por ciento de los pacientes presentan riesgo nutricional.
Los hospitales involucrados en el proyecto de investigación son: el Hospital Universitario de la Paz, el Hospital 12 de Octubre, el Hospital Clínico San Carlos, el Hospital de la Princesa, el Hospital Universitario Puerta de Hierro, el Hospital Universitario Gregorio Marañón, el Hospital Universitario Infanta Sofía, el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, el Hospital Universitario de Torrejón, el Hospital Universitario de Fuenlabrada, el Hospital Universitario Príncipe de Asturias, el Hospital Universitario de Móstoles, el Hospital Severo Ochoa, la Fundación Hospital Alcorcón, el Hospital Universitario de Getafe, el Hospital Universitario Infanta Elena de Valdemoro y el Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla.

A juicio de los investigadores, esta investigación permitirá poner en valor la necesidad de trabajar sobre la esfera nutricional de estos pacientes, ahora centrada en la sintomatología respiratoria y vascular, y optimizar así la funcionalidad de la misma.
Coronavirus y nutrición
La coordinadora del Grupo de Nutrición de la Sendimad, Emilia Cancer, asegura que el estudio va a permitir, no solo conocer el estado nutricional y funcional o la calidad de vida de los pacientes que han precisado ingreso en UCI, sino definir aspectos condicionantes de una mayor desnutrición y determinar el impacto de los factores nutricionales en su evolución.
“Además, nos puede ayudar a establecer herramientas que nos permitan mejorar la atención nutricional y, con ella, la recuperación tanto clínica, como funcional de nuestros pacientes. Con esta iniciativa pretendemos aportar información que permita elaborar guías de actuación nutricional más específicas para los pacientes con infección por Covid-19, que en algunos casos puede tener un impacto muy severo en su estado nutricional y capacidad funcional”, ha añadido.
La experiencia clínica acumulada en los últimos meses demuestra que la desnutrición está muy presente en los pacientes que han padecido el coronavirus y encuentra su origen en distintas causas. En primer lugar, la Covid-19 y los tratamientos para paliarla producen, tanto alteraciones en el gusto y olfato, como síntomas digestivos que conducen a una disminución de la ingesta y a la pérdida de peso.
A ello hay que añadirle que la inflamación generada por la propia enfermedad favorece la pérdida de masa muscular y de peso. Por último, hay que tener en cuenta la situación de aislamiento a la que se enfrentan los pacientes, la cual favorece que el paciente ingiera menos alimentos.
Los facultativos aseguran que los pacientes con una mayor carga de desnutrición han tenido un peor pronóstico de la enfermedad. Incluso, en aquellas personas sin patologías previas que ingresaron en UCI o en planta durante un tiempo prolongado, se ha visto que la situación de ingreso ha favorecido que tengan desnutrición relacionada con la enfermedad y pérdida de masa muscular (sarcopenia).