La parroquia Nuestra Señora de Fátima se queda pequeña en la misa funeral en memoria de Pedro Cid
La alcaldesa, Sara Hernández acudió a la iglesia pero sorprendió que no lo hiciera ninguno de los concejales de la oposición
GETAFE/ 23 SEPTIEMBRE 2015/. La parroquia Nuestra Señora de Fátima se quedó pequeña en la misa funeral en memoria del cura Pedro Cid, fallecido el pasado mes de julio tras cerca de 40 años dedicado a los más jóvenes y a los desfavorecidos del barrio de la Alhóndiga.
Decenas de vecinos acudieron a la misa funeral que ayer se ofició a las 20 horas en memoria del sacerdote. Muchos de ellos escucharon la homilía desde la plaza de Tirso de Molino, al quedarse el templo religioso pequeño. La alcaldesa, Sara Hernández estuvo presente en el acto aunque sorprendió que no hubiera representación de ninguno de los grupos de la oposición.
Pedro Cid, conocido como el párroco de la Alhóndiga, dedicó su vida sacerdotal a los más desfavorecidos. En los 80, década en la que la heroína hacía estragos entre los jóvenes del barrio, Cid colaboró activamente con la agrupación Madres contra la droga. En 1991 cuando el obispado intentó trasladarle de parroquia los vecinos de la Alhóndiga se movilizaron para que se quedara. Y lo lograron. Tras su fallecimiento los vecinos de la barriada recogieron firmas para que la plaza Tirso de Molina, “su centro de operaciones y dónde siempre podías encontrarle” llevara su nombre. El Pleno municipal aprobó esta propuesta en julio de 2015. Una plaza o calle de la Alhóndiga, el barrio que nunca le olvidará, llevará el nombre de este párroco de mirada azul.