El juez de Instrucción número 1 de Getafe ha escuchado el relato de esta testigo, que coincide con lo manifestado por la directora del colegio cuando compareció por esta causa penal
GETAFE/ 12 SEPTIEMBRE 2018/ Una orientadora educativa del colegio público de Educación Especial Santiago Ramón y Cajal en el barrio del Sector III, investigado por supuesto maltrato a un niño con autismo, ha negado este miércoles ante el juez que instruye el caso que el centro use cinchas o correas para atar a los menores, tal y como denunciaron dos madres del colegio, han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
Se investiga a tres trabajadoras del colegio por un presunto delito de acoso y trato degradante así como uno de lesiones psicológicas a un escolar de 8 años con un trastorno de autismo. Tras la denuncia de los padres del menor afectado, el juez llamó a declarar como investigadas a la tutora del menor, a otra profesora de apoyo y a una auxiliar de enfermería del centro.
En su comparecencia, según las mismas fuentes, la orientadora educativa ha asegurado que no se usa como método las cinchas o correas y ha hablado de los protocolos que se llevan a cabo con carácter general y, en concreto, sobre el que se llevó con la víctima. Al respecto, ha comentado que el colegio programó que el niño supuestamente maltratado pasara “tiempo fuera de clase”, pero no en la sala de relajación conocida como ‘sala blanca’.

También ha comparecido esta mañana como investigada la auxiliar cuya voz salía en las grabaciones de los audios y que solía acompañar a la víctima en el patio y el comedor. A pesar de que se ha negado a contestar a las preguntas de la acusación particular, el abogado de esta parte ha hecho constar en acta una pregunta para que identificara a los otros monitores que se encontraban con ella cuando sucedieron los hechos objeto de la denuncia.
Ya a preguntas de su defensa, la trabajadora ha afirmado que no se sentía “segura” para poder identificar al resto de monitores cuyas voces también aparecían en las grabaciones aportadas al instructor. Entre las últimas diligencias, al colegio se le ha reclamado un listado con los nombres de los trabajadores al objeto de identificar a las personas que acompañaban a la auxiliar en el patio u otros lugares donde se produjeron los hechos. Asimismo, el centro tiene pendiente emitir un informe que le reclamó el juez sobre si respetó la Convención sobre los Derechos del Niño y el informe del Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU en la educación recibida por el menor autista.